Qué es la metanfetamina
La metanfetamina es una sustancia estimulante derivada de la anfetamina, conocida por sus efectos potentes sobre el sistema nervioso central. Es un polvo blanco, cristalino, sin olor y con un sabor amargo que se disuelve fácilmente en agua. Popularmente se conoce con nombres como “speed”, “meth” y “chalk”, y cuando se consume fumada, se le llama “hielo” o “crystal”. Aunque a nivel mundial la metanfetamina tiene más relevancia que la anfetamina o el éxtasis en términos de producción y tráfico, su consumo en España es actualmente menor en comparación con el éxtasis.
Qué efectos produce
La metanfetamina provoca una serie de efectos estimulantes. Los usuarios experimentan:
- Aumento de la actividad: Mayor energía y disminución del cansancio.
- Disminución del apetito: Reducción significativa del hambre.
- Sensación de bienestar: A través de la liberación de grandes cantidades de dopamina en el cerebro, la droga induce sentimientos intensos de placer y euforia.
Específicamente, la dopamina liberada afecta áreas del cerebro relacionadas con el control de la actividad motora, el aprendizaje y el refuerzo, lo que contribuye a su elevado poder adictivo.
Cómo se consume
La metanfetamina se puede consumir de varias formas, cada una produciendo diferentes tipos y magnitudes de efectos:
- Oral: La ingesta por esta vía produce efectos que tardan entre 15 y 20 minutos en aparecer y son de duración más prolongada.
- Inhalada: Produce efectos en 3 a 5 minutos, con una intensidad intermedia.
- Fumada: Inmediatamente después de ser fumada, produce una sensación intensa de placer conocida como “flash”, que dura solo unos minutos.
- Inyectada: La inyección intravenosa también provoca un “flash” inmediato, similar al de la inhalación.
Efectos a corto y largo plazo
El consumo de metanfetamina provoca una serie de efectos inmediatos, entre los que se incluyen:
- Euforia Intensa: Sensación intensa de placer, especialmente cuando se fuma o se inyecta.
- Aumento de la Energía y la Actividad: Mayor alerta y vigor.
- Disminución del Apetito: Falta de interés por la comida.
- Aumento de la Frecuencia Cardiaca y la Presión Arterial: Efectos cardiovasculares significativos.
El uso continuado de metanfetamina puede resultar en efectos graves y duraderos, tales como:
- Adicción: Debido a la alta liberación de dopamina, el riesgo de dependencia es muy alto.
- Daño cerebral: Pérdida de memoria, disminución de la capacidad cognitiva y problemas de coordinación motora.
- Problemas psiquiátricos: Trastornos del estado de ánimo, ansiedad, paranoia y psicosis.
- Problemas físicos: Pérdida de peso severa, problemas dentales (conocidos como “meth mouth”), y daños en órganos vitales como el corazón.
La metanfetamina es una droga extremadamente potente y peligrosa, con efectos tanto inmediatos como a largo plazo que pueden ser devastadores para la salud física y mental. Su capacidad para liberar grandes cantidades de dopamina en el cerebro la hace altamente adictiva y destructiva. Es crucial estar informado sobre los riesgos asociados con su consumo y buscar ayuda profesional si se enfrenta a problemas de adicción.